jueves, 17 de abril de 2014

Macrina, segunda parte del poema, despiertese madresita.


Macrina

 

Le endilgaron un chamaco

A la pobre de Macrina.

Al principio ni ella supo

Como fue que sucedió

A lo mejor fue en las fiestas

Del patrono San Patricio

A lo mejor fue en la boda

De su primo Melitón.

__¡Pal caso es lo mesmo!

Dijo su tata Toribio

__ ¡La muina no me la quita

Ni el mismísimo patrón!

 

Y ahí sta que a la Macrina

Le fue creciendo la panza

Al igual crecía la duda

Del que se la originó.

__Que a lo mejor fue Pascual

Porque es re querendón

__Pa mi que fue Severiano

No ven que ya se juyó.

 

Ella nomás no responde

Cuando el tata la cuestiona

Se trenza y se re trenza

Su mata de pelos prietos

Mientras niega con la testa

A todos los requerimientos

 

__¿Habrá sido Rogaciano?

Ya ven que es re mula

¿Te estrujó? ¿lo hizo a la juerza?

¡Ya ves por ponerte chula!

Que te dicía de las naguas

Enseñando  las rodillas.

Tú provocas a los hombres

Se te ven las pantorrillas.

¡Quien jue

Quiero saber  su nombre!

Pa quebrarle las costillas.

 

Nada se saca en claro

Y al filo de la suposición

Se vino pasando el tiempo

Hasta que la chamaca parió.

 

__Ahora si vamos a ver

A cual jijo se parece.

Tiene la trompa de Chano

Los ojos de Apolinar

__Yo les apuesto y les gano

Que es de uno de los Aguilar.

__Nombre, en esos se parece

Solo en la forma de miar.

 

__Dejen que crezca poquito

Entonces si…solo se va a delatar.

 

Carajo Chamaco,

Bastaba nomás con verlo

Dialtiro se parecía 

En toditito al abuelo

Y  le llamaron Toribio

Pa que nadie se asombrara

Pa que se acabaran suposiciones

Pa que se acabaran las habladas.

 

Y creció al lado del tata

Arriando la burra

Sembrando el cuamil

Cargando la petaca

Los ganchos, el quimil

Calzado con huaraches

Con  sombrero de petate

Pantalón remendado

La camisa a jirones

El rostro asoleado.

Rotos los calzones.

 

Tragando pitahayas

Atrapando Zinzontles

Las carpas del río

Las bestias del monte.

Orgullo era del tata

El que un día lo avergonzó.

 

Pero el tata no le duró mucho

Las fríos se lo tragaron

Le secaron la carne

Y una mañana temprano

Lo llevaron al panteón.

 

Se quedó sola la madre

Con el salvaje lebrejo

Chiquigüites de ropa

A lavar al río de ajeno

A las pizca, de mucama

Ayudar a las paridas

Cuando ocupan de estar en cama.

 

Ni esperanzas de escuela

Crece Toribio sin letras

Pero bueno pal trabajo

Pa la siembra, pa las pelas.

No hay otro chalán

Que haga mejor la mezcla.

 

Apenas cumplió los quince

Cuando empezó con su brete

__ Mama, quiero ir pal Norte

__ ¿Qué te volviste demente?

__ No mama, me dijo un maistro

Que allá se gana rete harto

Que naiden sienta allá el hambre

Que todos train buenos trapos.

__ No les hagan caso

Yo nunca he visto que

Vuelvan de allá tan guapos.

__ No mama, eso dijeron

Le juro que es verdad cierta

No vio que el hijo de Cipriano

Compró hasta una bicicleta.

Y a luego don Asunción

Que dizque ya se mercó una huerta.

Déjeme ir mama

Verá que con lo que le mande

Usted va a andar toda galana

Ya no va a lavar al río

Y se va a sentir tan ufana

Cuando le digan que su hijo

Es el que mas dinero gana.

 

¿Quién se opone al destino?

El río creció mientras lavaba

Con lágrimas de ausencia

Con lágrimas del alma.

 

Toribio se fue pal Norte

pero el destino se opuso

para que hiciera mucho dinero

por allá, trabajando de jardinero

podando un aguacate

se cayó desde lo mas alto

y se reventó el gasnate

se le quebraron las costillas

sus sueños se volvieron pesadillas

 lo regresaron muerto a su terruño

 

Maldito sea el destino

Malditas las ilusiones

Maldita esta pobreza

Que apartó dos corazones.

 

 

El día que lo enterraron

Fue al panteón todo el pueblo.

Macrina miró a un hombre

El hombre miraba al suelo.

Se cruzaron sus miradas

Se atisbaron  con misterio.

El hombre también lloraba

Pero sin ruidos, discreto.

Para que nadie se lo notara..

 

mil palabras se dijeron

en el silencio de su mirada

__ Se nos murió nuestro hijo Gonzalo

__ Se nos murió nuestro hijo  mi amada.

__ ¿Me sigues queriendo Chalo?

__ Te sigo queriendo mi alma.

__ Sigues tu siendo muy  rico

Y yo sigo siendo  pobre

__ Sigues siendo hermosa

En tu bella piel de cobre.

Y yo igual de cobarde

Igual de mísero en mis millones.

__ Ya me voy pa mi jacal

A llorar de mi hijo la ausencia

__ Yo vuelvo con los míos

A sufrir sin tu presencia

A llorar todos mis miedos,

A envidiar que tienes  fuerzas

A seguir siendo  aprensivo

Esclavo de los orgullos

Temeroso de los murmullos

Infeliz, incapaz, furtivo.

Vete hermosa Macrina

A llorar porque el destino se te opone

Yo a culparme por este niño.

Ojalá y un día…

Ojalá y un día…

Mi Dios me lo perdone.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

sábado, 12 de abril de 2014

La pobre de Maria la loca.





LA POBRE DE MARIA LA LOCA.


 


Hay boda, hay fiesta, hay jolgorio


Qué bonito, que elegante matrimonio


por vida de Dios ni quien lo pensaría


él, que tan solo sus vacaciones vino a pasar


se enamoró de la rancherita que hoy lleva al altar


por vida de Dios, que suerte tiene María.


 


Pero como no, si esta tan chula la morena


tan re noble, tan re buena


con esos ojazos grandes que tienen mirada triste


con los que conquistó a el que vino de las ciudades


y la desposó sin importar las sociedades


ni la ropa humilde con la que ella se viste.


 


Que hermosa fue su luna de miel


cuando sin condición entregó su piel


y vivió las noches de mayor delirio


pero muy pronto se acabó su felicidad


pues apenas llegaron a la ciudad


y empezó para ella un eterno martirio


 


No fue aceptada por la familia de su esposo


y ahí se le terminó el gozo


pues la atacaban sin que hiciera nada


ella era ignorante, analfabeta, inculta


como  ese proceder a la sociedad insulta


 terminó siendo para ellos una criada.


 


¡Lava la ropa, tiende la cama, friega los pisos


ten más cuidado, mira los muebles están cenizos


ya no soporto que hagas mas tonterías!


Que diferente esta ahora su amado


no la defiende aunque sabe que está en estado


pues espera un hijo la pobre de María.


 


Ya para finales del otoño


 trajo a este mundo un retoño


que fue el orgullo de la abuela paterna


pero también fue la luz de María


su consuelo, su alegría


un pretexto para tener dicha eterna.


 


 Un motivo para terminar pronto sus quehaceres


y estar con el dueño de sus quereres


el pequeño que a diario la desvela


el niño que se parece a su padre


pero tiene los ojos tristes de su madre


y  no quiere los brazos de la abuela.


 


Un día empiezan a cambiar todos con ella


la elogian, la alaban, le dicen que es muy bella


 y cariñosos le daban la lección


la enseñaron a escribir su nombre


 un día lo escribe junto con su hombre


en un papel, sin que le den explicación.


 


La divorciaron en esa forma cobarde


ella aceptó  gustosa que esa misma tarde


la llevaran a su pueblo a pasar las vacaciones


que crueles, que indignos de auto llamarse humanos


pues llegando al pueblo la tomaron de las manos


y la bajaron del auto a gritos y empujones.


 


 Desde el suelo escuchó que ya no era suyo aquel niño


que al firmar, había entregado su cariño


y que la ley en eso era verdadera


partieron a toda prisa, y María corrió tras ellos


hasta que de sus fuerzas ya no hubo destellos


y calló desmayada a media carretera.


 


Cuando despertó, fue a ponerse el vestido de su boda


se empanturró con cremas todas


y empezó a mandar como si fuera la patrona


todo lo miraba como un sueño


pero de repente recordó a su pequeño


y su llanto parecía al de la llorona.


 


Más de un pueblerino fue asustado


cuando por andar de desvelado


se encontraban con María de madrugada


 ella les exigía que le dieran a su bebé


pues para ella, cualquier hombre culpable fue


de la desgracia mencionada.


 


 Un día la miraron venir muy sonriente


enredado en un trapo mal oliente


venía con su hijo del basurero


al niño le faltaba un ojo


muy mugroso, medio cojo


pero para ella era hermoso como un lucero.


 


Por supuesto era de plástico la criatura


pues aquel muñeco vino a ser en su locura


el consuelo que su alma necesitaba


lo trataba como cualquier madre trataría a su niño


lo llenaba de besos, de caricias, de cariño


y por las noches, le cantaba, le cantaba.


 


A mirarla con su muñeco se acostumbró la gente


y por estar distraída de la mente


la pobre de María la loca la llamaban a donde fuera.


Se volvió apacible, tranquila, amistosa


¡aaah!, pero si le agarraban a su hijo era otra cosa


 entonces se convertía en una fiera.


 


 Ya ven ustedes como son los rapaces


que con tal de divertirse de todo son capaces


pues a veces los malditos le escondían el juguete


o jugaban aventándoselo entre ellos


y la pobre angustiada se jalaba los cabellos


mientras todos reían por aquel sainete.


 


Pues resulta que en cierta ocasión


unos chiquillos corrían a todo pulmón


con el hijo de María a aventones


ella tras de ellos imploraba por el dueño de sus besos


cuando de pronto, un joven agarró a los traviesos


y con coraje les dio sus coscorrones


 


y le llevo su muñeco a María


ella lo veía y lo veía


a este tú ya antes lo viste


porque me parece tan bonito


porque me parece un angelito


porque tiene la mirada triste.


 


 El joven con lágrimas en los ojos


poco a poco callo de hinojos


sorprendiendo a propios y extraños


la gente lo entendió hasta que a María le dijo


__Mamá, no me reconoces, yo soy tu hijo


el que te quitaron ya hace muchos años.


 


Si mamá, mírame, yo soy tu niño


al que nunca le pudieron desbaratar el cariño


por la mujer que me trajo a este mundo


hubo otros brazos y otros besos


pero yo solo quería tus embelesos


nunca olvidé tu amor tan profundo.


 


Se que te hicieron daño para que no fuera a quererte


pero ya estoy grande y voy a defenderte


ahora solamente voy a ser tuyo


te vas a venir conmigo


y cuidado con que alguien sea tu enemigo


papá y abuela se tendrán que tragar su orgullo.


 


 Y cuidado con que quieran volver a dañarte


te vas a venir conmigo y vas a curarte


serás la reina que siempre debiste haber sido


ven, dejarás este infierno para ir al cielo


la condujo a un auto de reciente modelo


la gente lloraba por lo ahí sucedido.


 


María parecía no entender aquello


solamente miraba a aquel joven bello


escuchando sus palabras como con un eco


y se dejo conducir por él dócilmente


pero que estaría pasando por su mente


que en la calle, poco a poco dejo caer su muñeco.