sábado, 12 de abril de 2014

La pobre de Maria la loca.





LA POBRE DE MARIA LA LOCA.


 


Hay boda, hay fiesta, hay jolgorio


Qué bonito, que elegante matrimonio


por vida de Dios ni quien lo pensaría


él, que tan solo sus vacaciones vino a pasar


se enamoró de la rancherita que hoy lleva al altar


por vida de Dios, que suerte tiene María.


 


Pero como no, si esta tan chula la morena


tan re noble, tan re buena


con esos ojazos grandes que tienen mirada triste


con los que conquistó a el que vino de las ciudades


y la desposó sin importar las sociedades


ni la ropa humilde con la que ella se viste.


 


Que hermosa fue su luna de miel


cuando sin condición entregó su piel


y vivió las noches de mayor delirio


pero muy pronto se acabó su felicidad


pues apenas llegaron a la ciudad


y empezó para ella un eterno martirio


 


No fue aceptada por la familia de su esposo


y ahí se le terminó el gozo


pues la atacaban sin que hiciera nada


ella era ignorante, analfabeta, inculta


como  ese proceder a la sociedad insulta


 terminó siendo para ellos una criada.


 


¡Lava la ropa, tiende la cama, friega los pisos


ten más cuidado, mira los muebles están cenizos


ya no soporto que hagas mas tonterías!


Que diferente esta ahora su amado


no la defiende aunque sabe que está en estado


pues espera un hijo la pobre de María.


 


Ya para finales del otoño


 trajo a este mundo un retoño


que fue el orgullo de la abuela paterna


pero también fue la luz de María


su consuelo, su alegría


un pretexto para tener dicha eterna.


 


 Un motivo para terminar pronto sus quehaceres


y estar con el dueño de sus quereres


el pequeño que a diario la desvela


el niño que se parece a su padre


pero tiene los ojos tristes de su madre


y  no quiere los brazos de la abuela.


 


Un día empiezan a cambiar todos con ella


la elogian, la alaban, le dicen que es muy bella


 y cariñosos le daban la lección


la enseñaron a escribir su nombre


 un día lo escribe junto con su hombre


en un papel, sin que le den explicación.


 


La divorciaron en esa forma cobarde


ella aceptó  gustosa que esa misma tarde


la llevaran a su pueblo a pasar las vacaciones


que crueles, que indignos de auto llamarse humanos


pues llegando al pueblo la tomaron de las manos


y la bajaron del auto a gritos y empujones.


 


 Desde el suelo escuchó que ya no era suyo aquel niño


que al firmar, había entregado su cariño


y que la ley en eso era verdadera


partieron a toda prisa, y María corrió tras ellos


hasta que de sus fuerzas ya no hubo destellos


y calló desmayada a media carretera.


 


Cuando despertó, fue a ponerse el vestido de su boda


se empanturró con cremas todas


y empezó a mandar como si fuera la patrona


todo lo miraba como un sueño


pero de repente recordó a su pequeño


y su llanto parecía al de la llorona.


 


Más de un pueblerino fue asustado


cuando por andar de desvelado


se encontraban con María de madrugada


 ella les exigía que le dieran a su bebé


pues para ella, cualquier hombre culpable fue


de la desgracia mencionada.


 


 Un día la miraron venir muy sonriente


enredado en un trapo mal oliente


venía con su hijo del basurero


al niño le faltaba un ojo


muy mugroso, medio cojo


pero para ella era hermoso como un lucero.


 


Por supuesto era de plástico la criatura


pues aquel muñeco vino a ser en su locura


el consuelo que su alma necesitaba


lo trataba como cualquier madre trataría a su niño


lo llenaba de besos, de caricias, de cariño


y por las noches, le cantaba, le cantaba.


 


A mirarla con su muñeco se acostumbró la gente


y por estar distraída de la mente


la pobre de María la loca la llamaban a donde fuera.


Se volvió apacible, tranquila, amistosa


¡aaah!, pero si le agarraban a su hijo era otra cosa


 entonces se convertía en una fiera.


 


 Ya ven ustedes como son los rapaces


que con tal de divertirse de todo son capaces


pues a veces los malditos le escondían el juguete


o jugaban aventándoselo entre ellos


y la pobre angustiada se jalaba los cabellos


mientras todos reían por aquel sainete.


 


Pues resulta que en cierta ocasión


unos chiquillos corrían a todo pulmón


con el hijo de María a aventones


ella tras de ellos imploraba por el dueño de sus besos


cuando de pronto, un joven agarró a los traviesos


y con coraje les dio sus coscorrones


 


y le llevo su muñeco a María


ella lo veía y lo veía


a este tú ya antes lo viste


porque me parece tan bonito


porque me parece un angelito


porque tiene la mirada triste.


 


 El joven con lágrimas en los ojos


poco a poco callo de hinojos


sorprendiendo a propios y extraños


la gente lo entendió hasta que a María le dijo


__Mamá, no me reconoces, yo soy tu hijo


el que te quitaron ya hace muchos años.


 


Si mamá, mírame, yo soy tu niño


al que nunca le pudieron desbaratar el cariño


por la mujer que me trajo a este mundo


hubo otros brazos y otros besos


pero yo solo quería tus embelesos


nunca olvidé tu amor tan profundo.


 


Se que te hicieron daño para que no fuera a quererte


pero ya estoy grande y voy a defenderte


ahora solamente voy a ser tuyo


te vas a venir conmigo


y cuidado con que alguien sea tu enemigo


papá y abuela se tendrán que tragar su orgullo.


 


 Y cuidado con que quieran volver a dañarte


te vas a venir conmigo y vas a curarte


serás la reina que siempre debiste haber sido


ven, dejarás este infierno para ir al cielo


la condujo a un auto de reciente modelo


la gente lloraba por lo ahí sucedido.


 


María parecía no entender aquello


solamente miraba a aquel joven bello


escuchando sus palabras como con un eco


y se dejo conducir por él dócilmente


pero que estaría pasando por su mente


que en la calle, poco a poco dejo caer su muñeco.


 


 


 


 


 


 


 


 


 

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