Hay boda, hay
fiesta, hay jolgorio
Qué bonito,
que elegante matrimonio
por vida de
Dios ni quien lo pensaría
él, que tan
solo sus vacaciones vino a pasar
se enamoró de
la rancherita que hoy lleva al altar
por vida de
Dios, que suerte tiene María.
Pero como no,
si esta tan chula la morena
tan re noble,
tan re buena
con esos ojazos
grandes que tienen mirada triste
con los que
conquistó a el que vino de las ciudades
y la desposó
sin importar las sociedades
ni la ropa
humilde con la que ella se viste.
Que hermosa
fue su luna de miel
cuando sin
condición entregó su piel
y vivió las
noches de mayor delirio
pero muy
pronto se acabó su felicidad
pues apenas
llegaron a la ciudad
y empezó para
ella un eterno martirio
No fue
aceptada por la familia de su esposo
y ahí se le
terminó el gozo
pues la
atacaban sin que hiciera nada
ella era
ignorante, analfabeta, inculta
como ese proceder
a la sociedad insulta
terminó
siendo para ellos una criada.
¡Lava la ropa,
tiende la cama, friega los pisos
ten más
cuidado, mira los muebles están cenizos
ya no soporto
que hagas mas tonterías!
Que diferente
esta ahora su amado
no la defiende
aunque sabe que está en estado
pues espera un
hijo la pobre de María.
Ya para
finales del otoño
trajo a este mundo un retoño
que fue el
orgullo de la abuela paterna
pero también
fue la luz de María
su consuelo,
su alegría
un pretexto
para tener dicha eterna.
Un motivo para
terminar pronto sus quehaceres
y estar con el
dueño de sus quereres
el pequeño que
a diario la desvela
el niño que se
parece a su padre
pero tiene los
ojos tristes de su madre
y no quiere los brazos de la abuela.
Un día empiezan
a cambiar todos con ella
la elogian, la
alaban, le dicen que es muy bella
y cariñosos le daban la lección
la enseñaron a
escribir su nombre
un día lo escribe junto con su hombre
en un papel,
sin que le den explicación.
La
divorciaron en esa forma cobarde
ella
aceptó gustosa que esa misma tarde
la llevaran a
su pueblo a pasar las vacaciones
que crueles,
que indignos de auto llamarse humanos
pues llegando
al pueblo la tomaron de las manos
y la bajaron
del auto a gritos y empujones.
Desde el suelo
escuchó que ya no era suyo aquel niño
que al firmar,
había entregado su cariño
y que la ley
en eso era verdadera
partieron a
toda prisa, y María corrió tras ellos
hasta que de
sus fuerzas ya no hubo destellos
y calló
desmayada a media carretera.
Cuando despertó,
fue a ponerse el vestido de su boda
se empanturró
con cremas todas
y empezó a
mandar como si fuera la patrona
todo lo miraba
como un sueño
pero de
repente recordó a su pequeño
y su llanto
parecía al de la llorona.
Más de un
pueblerino fue asustado
cuando por
andar de desvelado
se encontraban
con María de madrugada
ella les exigía que le dieran a su bebé
pues para
ella, cualquier hombre culpable fue
de la
desgracia mencionada.
Un día la
miraron venir muy sonriente
enredado en un
trapo mal oliente
venía con su
hijo del basurero
al niño le
faltaba un ojo
muy mugroso,
medio cojo
pero para ella
era hermoso como un lucero.
Por supuesto
era de plástico la criatura
pues aquel
muñeco vino a ser en su locura
el consuelo
que su alma necesitaba
lo trataba como
cualquier madre trataría a su niño
lo llenaba de
besos, de caricias, de cariño
y por las
noches, le cantaba, le cantaba.
A mirarla con
su muñeco se acostumbró la gente
y por estar
distraída de la mente
la pobre de
María la loca la llamaban a donde fuera.
Se volvió
apacible, tranquila, amistosa
¡aaah!, pero
si le agarraban a su hijo era otra cosa
entonces se convertía en una fiera.
Ya ven
ustedes como son los rapaces
que con tal de
divertirse de todo son capaces
pues a veces
los malditos le escondían el juguete
o jugaban
aventándoselo entre ellos
y la pobre
angustiada se jalaba los cabellos
mientras todos
reían por aquel sainete.
Pues resulta
que en cierta ocasión
unos
chiquillos corrían a todo pulmón
con el hijo de
María a aventones
ella tras de ellos
imploraba por el dueño de sus besos
cuando de
pronto, un joven agarró a los traviesos
y con coraje
les dio sus coscorrones
y le llevo su
muñeco a María
ella lo veía y
lo veía
a este tú ya
antes lo viste
porque me
parece tan bonito
porque me
parece un angelito
porque tiene
la mirada triste.
El joven con
lágrimas en los ojos
poco a poco
callo de hinojos
sorprendiendo
a propios y extraños
la gente lo
entendió hasta que a María le dijo
__Mamá, no me
reconoces, yo soy tu hijo
el que te
quitaron ya hace muchos años.
Si mamá,
mírame, yo soy tu niño
al que nunca
le pudieron desbaratar el cariño
por la mujer
que me trajo a este mundo
hubo otros
brazos y otros besos
pero yo solo
quería tus embelesos
nunca olvidé
tu amor tan profundo.
Se que te
hicieron daño para que no fuera a quererte
pero ya estoy
grande y voy a defenderte
ahora
solamente voy a ser tuyo
te vas a venir
conmigo
y cuidado con
que alguien sea tu enemigo
papá y abuela
se tendrán que tragar su orgullo.
Y cuidado con
que quieran volver a dañarte
te vas a venir
conmigo y vas a curarte
serás la reina
que siempre debiste haber sido
ven, dejarás
este infierno para ir al cielo
la condujo a
un auto de reciente modelo
la gente
lloraba por lo ahí sucedido.
María parecía
no entender aquello
solamente
miraba a aquel joven bello
escuchando sus
palabras como con un eco
y se dejo
conducir por él dócilmente
pero que
estaría pasando por su mente
que en la
calle, poco a poco dejo caer su muñeco.