viernes, 28 de febrero de 2014

Llueve.


LLUEVE.

 

Llueve…llueve mucho

El recuerdo aflora y la nostalgia nace.

Como si el sonido de las gotas sobre el tejado

Despertaran los ayeres tan lejanos.

 

Llueve… hace frio

El cuerpo entumecido sobre el tálamo mullido

Se niega a incorporarse a los quehaceres cotidianos

Así que sumido en recuerdos casi muertos

Se reviven momentos de ternura o de martirio.

 

Llueve…no es raro que en el pecho nazcan  los suspiros

Que la nostalgia haga acto de presencia

Se añora, se recuerda, se sufre por la ausencia

O simplemente se revive, aquel amor… de  tiempo ya pasado.

 

Llueve…que fortuna para aquellos que enamorados

Están muy juntos prodigándose  caricias

Aprovechando esa música que cae del cielo

Responden ambos al instinto y la natura…

 

Tal vez….algún día

Ya no estén compartiendo  la misma estancia

Entonces habrán de revivir ese momento

Y cuando escuchen que el cielo llora

Cuando escuchen que cae la lluvia

Han de suspirar, al influjo de un recuerdo.

 

Francisco Rodríguez

Una lluviosa mañana de Febrero.

 

 

 

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